2016 ha sido un año que probablemente pase a la posteridad como uno de los más convulsos de la historia reciente. El auge del terrorismo invertebrado de ‘lobos solitarios’ en Europa, el recrudecimiento en oriente próximo de la mediática guerra de Siria, con la participación activa de Rusia, y la tapada guerra en Yemen se unen a un no menos explosivo cóctel de ‘noes’ de la opinión pública a la opinión publicada, con la victoria del ‘Brexit’, el rechazo en el referéndum sobre la polémica paz con las FARC en Colombia o el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.